Entre la población de Iquitos y alrededores de esta ciudad, se cree que el canto de los urcututos son presagio de un embarazo de alguna mujer conocida por quienes escuchan el canto.
Mitos y Leyendas del Perú
Bienvenidos a Mitos y Leyendas del Perú en esta pagina podrán encontrar los relatos, historias que se transmiten de generación en generación en este maravilloso país. Ya que cada departamento tiene sus propias historias muchas veces son tan mágicas como también algunas muy tenebrosas.. esperamos les guste y dejen sus comentarios para poder ir mejorando esta pequeño sitio hecho para ustedes... En la parte superior podrán encontrar todos los departamentos, Gracias que tengas una buena visita
viernes, 14 de febrero de 2014
El Urcututo
Es un búho grande que vive en lo profundo de la selva, en la copa de los árboles
más grandes, es un gran cazador nocturno. Cuenta la leyenda que ciertos brujos
maleros llegan a tener “pactos secretos” con los urcututos y entonces lo
utilizan para enviar virotes o dardos mágicos, que serán descargados sobre el
enemigo elegido, con el fin de causarle daño por venganza.
También
suelen ser enviados como mensajeros, para espiar el lugar donde se realizan las
sesiones de ayahuasca, como cuidador, cuando se va a tratar a un enfermo que el
mismo brujo daña. Considerado como un animal de mal augurio por algunos y de
buena suerte para otros, es el rey de la noche.
Entre la población de Iquitos y alrededores de esta ciudad, se cree que el canto de los urcututos son presagio de un embarazo de alguna mujer conocida por quienes escuchan el canto.
Entre la población de Iquitos y alrededores de esta ciudad, se cree que el canto de los urcututos son presagio de un embarazo de alguna mujer conocida por quienes escuchan el canto.
El Yacuruna
“Yacu” = agua o río, “Runa”= hombre o gente. Es el espíritu mágico más
importante de la selva baja. Manda sobre todos los animales y genios del agua,
suele ser invocado por los chamanes y curanderos, en las sesiones de ayahuasca,
tanto para hacer el bien como para hacer el mal.
Cuentan que se traslada por los ríos y
quebradas, y entra en las cochas montado en un enorme cocodrilo “lagarto
negro”.
Cuando viaja, se adorna con cinturones y collares de feroces boas negras y va calzado con cascos de tortugas de taricayas o charapas.
Son similares a los tsunki o tsungi de otros mitos.
Cuando viaja, se adorna con cinturones y collares de feroces boas negras y va calzado con cascos de tortugas de taricayas o charapas.
Son similares a los tsunki o tsungi de otros mitos.
El Ayaymama
Cuenta la leyenda que una epidemia estaba acabando con la gente de una comunidad
nativa. Que la madre de dos niños, sintiéndose con los primeros síntomas de la
enfermedad, quiso salvar del mal a sus pequeños y entonces los llevó al monte,
muy lejos y los dejó en ese lugar. Cerca de una linda quebrada, abundante en
peces y árboles frutales. Con gran pena los dejó, sabiendo que no los volvería a
ver más. Ellos jugaron, comieron frutos y se bañaron en la quebradita, pero ya
en la noche sintieron la falta de su madre y partieron en su búsqueda pero se
perdieron en el monte.
Asustados, llorando de pena decían cómo no ser aves para poder volar donde mamá. Y el dueño del monte tuvo pena y los convirtió en avecitas y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar y volar, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero ayaymamá... ayaymamá...
Otra versión de esta leyenda es:
La leyenda del Ayaymama, narra el abandono de dos niños en la selva tras perder a la mamá. La madrastra y el papá dejan a su suerte a los menores en la montaña simulando un paseo. Los niños se volvieron en pajaritos y en una noche de luna volaron hasta el techo de la casa de la madrastra y emitieron su canto:
Ayaymama, Huischuhuarca: Nuestra madre ha muerto y nos abandonaron.
Asustados, llorando de pena decían cómo no ser aves para poder volar donde mamá. Y el dueño del monte tuvo pena y los convirtió en avecitas y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar y volar, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero ayaymamá... ayaymamá...
Otra versión de esta leyenda es:
La leyenda del Ayaymama, narra el abandono de dos niños en la selva tras perder a la mamá. La madrastra y el papá dejan a su suerte a los menores en la montaña simulando un paseo. Los niños se volvieron en pajaritos y en una noche de luna volaron hasta el techo de la casa de la madrastra y emitieron su canto:
Ayaymama, Huischuhuarca: Nuestra madre ha muerto y nos abandonaron.
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